AJO

Parte utilizada: El bulbo

Principios activos: Contiene principalmente polisacáridos homogéneos (75%), sulfóxidos (2.3%), sales minerales (2%) y saponinas triterpénicas (0.07%)

Propiedades: Hipotensor, vasodilatador, hipolipemiante, fluidificante de la sangre, hipoglucemiante, antibiótico, antiséptico, fungicida, inmunoestimulante, diurético, digestivo, depurativo, expectorante, vermífugo.

Mecanismo de acción: El ajo interactúa con la enzima que controla la producción de colesterol, reduciendo la síntesis de colesterol en el cuerpo. La aliicina su principal activo, inhibe la formación de cuágulos, actividad resultante de la agregación plaquetaria y la actividad de la fibrina, vuelve más elásticos los vasos sanguíneos, curando también la arteriosclerosis. Su efecto hipotensor es producido por la vasodilatación de los vasos periféricos, sobre todo de las piernas, ojos y cerebro; reduce los niveles de glucosa en diabéticos y disminuye las probabilidades de un segundo infarto en personas que ya han sufrido uno. Favorece la eliminación de líquidos, promueve la digestión y estimula el hígado, la vesícula y el páncreas. Mejora el sistema inmune, fortaleciendo así la resistencia frente a infecciones.

Indicaciones: Afecciones de vías respiratorias, ateroesclerosis (endurecimiento de los vasos sanguineos), hipertensión arterial, parásitos, enfermedades de la piel (acné), enfermedades articulares (artritis, reumatismo), padecimientos circulatorios (várices, flebitis, etc).

Contraindicaciones: No se recomienda su empleo en dosis elevadas

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