FUMARIA
Parte utilizada: Toda la planta excepto la raíz.
Principios activos: Flavonoides derivados del quercetol, sales de potasio, diversos alcaloides derivados de la isoquinoleína (fumarina), taninos, principios amargos y mucílagos.
Propiedades: Colerético, antiespasmódico, diurético, depurativo y fluidificante de la sangre; antihistamínico, antiinflamatorio, antiagregante plaquetario.
Mecanismo de acción: Su alto contenido en fumarina permite la regulación de la actividad hepática y de la vesícula biliar, promoviendo la digestión. Calma los espasmos intestinales. Asegura un buen funcionamiento de la vesícula, actuando sobre la formación de la bilis y su evacuación. Presenta una acción favorable sobre los cálculos biliares y una interesante actividad espasmo lítica en los problemas de digestión. La fumarina bloquea los receptores de la histamina (mediador químico que el cuerpo libera en las reacciones alérgicas), reduciendo o eliminando sus efectos.
Indicaciones: Insuficiencia renal y hepática, afecciones hepáticas, congestión y mal funcionamiento del hígado o hepatitis crónica, discinesia biliar (función anormal de la vesícula biliar); eccemas, dermatosis, psoriasis y erupciones de la piel, alergias; hipertensión arterial.
Contraindicaciones: No se administre durante el embarazo, lactancia u obstrucción biliar.